[Latina] Attac: INFO 743 3 de marzo de 2014



Latinoamérica

COLOMBIA: CUMBRES AGRARIAS Y POPULARES Las principales organizaciones agrarias y campesinas del país han convocado la realización de la Cumbre Agraria y Popular para los días 21, 22 y 23 de marzo en la ciudad de Bogotá. En ese marco durante los primeros 15 días del mes de marzo se realizarán en la mayoría de departamentos de Colombia las pre-cumbres preparatorias.

ARGENTINA : LA CTA EN ANGOLA FORTALECE LOS LAZOS SUR-SUR Una importante delegación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) visitó Luanda, la capital de la República de Angola, invitada por la Unión Nacional de Trabajadores de Angola (UNTA). Este encuentro se enmarca en una relación fraternal de cooperación que hay entre la UNTA y aquella Central.

BRASIL: UNA LUCHA CONTRA LA HEGEMONÍA CRECIENTE DEL AGRONEGOCIO. Del 10 al 14 de febrero se reunieron en Brasilia 15.000 campesinos para celebrar 30 años de lucha. El lema era: Una Reforma agraria popular.

VENEZUELA: DEMOCRÁTICA Y BOLIVARIANA. La solidaridad con el pueblo venezolano y su gobierno es un gran desafío para toda Nuestra América. Resulta preocupante y dolorosa la intensidad de la violencia desatada, provocando muertes, heridos y daños materiales

 

COLOMBIA: CUMBRES AGRARIAS Y POPULARES

Fernando Dorado

10Las principales organizaciones agrarias y campesinas del país han convocado la realización de la Cumbre Agraria y Popular para los días 21, 22 y 23 de marzo en la ciudad de Bogotá. En ese marco durante los primeros 15 días del mes de marzo se realizarán en la mayoría de departamentos de Colombia las pre-cumbres preparatorias.

Esa gran cantidad de eventos deliberatorios que se realizarán en las diferentes regiones del país tienen una gran importancia para el movimiento popular. Concentran las principales fuerzas que se desplegaron durante el año 2013 y que colocaron en la agenda del país las principales reivindicaciones populares sobre el tema agrario, salud, educación, rechazo de la entrega de nuestros recursos naturales a las grandes empresas transnacionales, a los mega-proyectos y a la locomotora minero-energética.

Las deliberaciones de las pre-cumbres y de la cumbre nacional deberán realizar un balance de las luchas desarrolladas en los últimos 6 años, desde cuando al final del mandato de Uribe (2008), el movimiento popular representado por la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, los proletarios de la caña de azúcar del Valle del Cauca (“corteros”) y los trabajadores organizados en Asonal-Judicial, protagonizaron importantes movilizaciones que se constituyeron en el inicio de un nuevo auge de las luchas populares en Colombia.

Ese balance es de una importancia mayúscula y fundamental. La principal conclusión tendrá que ser – indudablemente – que sólo la unidad podrá garantizarle a los trabajadores y campesinos pobres, vanguardia de las luchas populares en Colombia, la fuerza y la capacidad para avanzar por los caminos de soberanía y reivindicación social que ya han trazado los pueblos y los trabajadores de Venezuela, Bolivia y Ecuador.

Pero debe quedar absolutamente claro que la unidad debe ir más allá de la simple sumatoria de puntos reivindicatorios. La etapa de la unificación de pliegos de exigencias y de coordinación de las fechas de las jornadas de protesta debe ser superada. El Paro Nacional Agrario demostró que el avance del movimiento popular y las condiciones de dominación de la oligarquía han llegado a un punto de quiebre y contradicción que obligan a los sectores populares a dar un salto cualitativo en sus luchas.

Sólo en la medida en que el movimiento popular construya una Plataforma de Lucha, que recoja con un alto contenido político las principales reivindicaciones que se han levantado en las últimas dos décadas, podremos avanzar y jalonar a la lucha a amplios sectores populares que sufren los estragos de un modelo de despojo y explotación que ha obligado a millones de personas desplazadas del campo, a refugiarse en centros urbanos en unas condiciones de vida miserable.

Hoy, que la lucha política legal de tipo partidista se encuentra en Colombia en una especie de sin salida, en donde la falsa democracia no ofrece condiciones para que los sectores populares puedan hacer ejercicio pleno de sus derechos, en donde domina la compra de votos con recursos del Estado, en donde la persecución y asesinato de dirigentes populares es la práctica cotidiana de los enemigos del pueblo, el movimiento popular colombiano puede contribuir enormemente para activar la lucha política, no para conducir nuestros esfuerzos a la trampa de la institucionalidad dominante, sino para romper una dinámica que le hace el juego a la estrategia de cooptación de los luchadores populares por parte de la oligarquía y el imperio.

Debemos reiterar hasta el cansancio que los procesos electorales que en los países vecinos llevaron al gobierno a movimientos progresistas, democráticos y nacionalistas encabezados por Chávez, Correa y Evo, estuvieron antecedidos de verdaderos levantamientos populares (El “Caracazo” en Venezuela, el derrocamiento de Bucaram, Mahuad y Gutiérrez en Ecuador, y la expulsión del poder de Lozada en Bolivia), en donde la principal demanda y bandera fue la nacionalización de los recursos naturales de sus respectivos países.

En Colombia la lucha popular ha venido levantando – en la práctica – un Programa Político que de una u otra manera está en la mente de la mayoría de los colombianos. A ellos deberemos agregarles algunos puntos que son necesarios para complementar ese programa con el fin de jalonar a otros sectores populares como el grueso de los trabajadores de las ciudades que están en condiciones de sobre-explotación a manos del gran capital.

Ese Programa Político o Plataforma de Lucha, que no es un invento de una persona o un grupo político, sino el resultado de las luchas populares de los últimos 25 años, se puede sintetizar en los siguientes puntos (entre otros):

-Recuperación para la Nación (nacionalización) de los principales recursos naturales estratégicos, mineros y energéticos (petróleo, gas, oro, coltán, tierra, biodiversidad).

- Renegociación o anulación de todos los Tratados de Libre Comercio.

- Renegociación y moratoria de la Deuda Pública (externa e interna).

- Reforma agraria democrática y apoyo integral a la economía campesina.

- Educación y salud universal, pública, de calidad y financiada por el Estado.

- Industrialización de nuestras materias primas y desarrollo de un modelo productivo respetuoso de la naturaleza.

- Des-privatización de las empresas de servicios públicos domiciliarios y manejo comunitario de los mismos.

- Rescate de los derechos laborales de los trabajadores, recuperación del contrato indefinido, la negociación colectiva, y supresión de la tercerización laboral.

- Nuevo Proceso Constituyente para una Nueva Democracia Directa y Participativa.

Si las pre-cumbres regionales y cumbre nacional agraria ayudan a que el movimiento popular avance en su proceso de unidad, planteándose un Programa Político o Plataforma de Lucha de gran alcance, podrá no sólo contribuir enormemente en la superación de la dispersión de las luchas populares, sino que colocará en la escena política pública una serie de temas que la mayoría de partidos políticos esquivan, dándole prioridad a programas puntuales (vivienda, subsidios, adjudicación parcial de tierras) que se constituyen – en este instante – en herramientas distractoras y demagógicas que la oligarquía utiliza para desviar nuestras luchas.

Que el espíritu de unidad y de proyección de la lucha popular a nuevos niveles y escenarios, sirva de base para cualificar la confrontación al modelo neo-liberal y capitalista.

Nota: En el Cauca la pre-cumbre agraria y popular se realizará entre los días 1 y 2 de marzo en las instalaciones de Ingeniería y Educación de la Universidad del Cauca.

Popayán, 25 de febrero de 2014 - - - Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -

LA CTA EN ANGOLA FORTALECE LOS LAZOS SUR-SUR

by Ecupres

12Una importante delegación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) visitó Luanda, la capital de la República de Angola, invitada por la Unión Nacional de Trabajadores de Angola (UNTA). Este encuentro se enmarca en una relación fraternal de cooperación que hay entre la UNTA y aquella Central.

La delegación que viajó estuvo encabezada por Adolfo "Fito" Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales y Víctor De Gennaro, fundador de la CTA. Sobre esta misión, ACTA (Agencia de Noticias de la CTA) dialogó con Carlos Custer de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA.

¿Cuál es la importancia estratégica que tiene la visita de la CTA a Angola?

Angola es un país muy importante, casi vecino, porque Luanda está a la misma altura que Recifes al otro lado del océano, prácticamente de cara a nosotros. Sin embargo, por estas relaciones siempre verticales con los países centrales, hemos descuidado las relaciones sur-sur, cuestión que la Central viene corrigiendo con su actividad en el Sigtur (Coordinación de Movimientos Sindicales de los países del Sur), integrado por Centrales progresistas de Sudáfrica, Brasil, Australia, entre otros. En ese objetivo de fortalecer los lazos sur-sur, se comprende esta misión en Angola.

Más allá de la visión internacionalista que tiene la organización de los trabajadores, esto indica también una postura estratégica. Nosotros tenemos que ayudar a cambiar la relación norte-sur, porque siempre son los países centrales, ubicados al norte del planeta, quienes han tenido el dominio de la política, la economía, los medios financieros, del poder militar, en detrimento de los países del sur. Y que generalmente hemos estado aislados; como América Latina y África, dos continentes vecinos con intereses comunes, hemos tenido muy pocas relaciones políticas, económicas y sociales. Esto es lo que queremos revertir.

¿Cuáles son los objetivos que marcan las políticas implementadas por el Sigtur, coordinadora que integra la CTA?

El Sigtur es la organización que coordina los esfuerzos de Centrales Sindicales y movimientos de trabajadores de los países del sur del mundo para cambiar las relaciones de fuerza y crear una suerte de países emergentes, no sólo en el proceso económico, sino también en el proceso social y en la fuerza del movimiento de los trabajadores.

Custer, usted tuvo el privilegio de conocer al luchador angoleño Agostinho Neto, cuéntenos de eso.

En 1968 yo estaba en Bruselas, como secretario General Adjunto de la Confederación Mundial del Trabajo y, entre los años '69 y '70 conocí bastante a Agostinho Neto, que es el padre de la independencia de Angola.

Él fue un gran luchador contra el colonialismo portugués y contra las fuerzas que intentaron dividir a Angola en su momento, impulsada por un lado por el FMLA y la UNITA, por Estados Unidos, Sudáfrica y Gran Bretaña.

Agostinho Neto fue presidente y fundador del Movimiento Popular por la Liberación de Angola (MPLA) y con mucho apoyo y solidaridad internacional, logró derrotar a estas fuerzas reaccionarias y fascistas que quisieron apoderarse de su país. Y conocí a Agostinho Neto en la época del exilio, fue un personaje extraordinario, médico, músico, poeta.

Su primera entrada a la prisión fue a causa de las poesías que hacía en la universidad, que configuraban un canto contra el imperialismo y el colonialismo. Estuvo preso primero en las islas de Cabo Verde y luego en Lisboa. La caída del dictador portugués Caetano permitió que se aceleren los procesos de liberación de las colonias portuguesas y Agostinho Neto se escapó de la cárcel, se fue a Marruecos y luego llegó a Angola organizando el MPLA. Allí decidieron declarar la independencia unilateral y cuando se liberó el país, fue elegido presidente.

Un personaje muy importante en la historia de Angola.

Sí, yo quiero resaltar la figura de Neto, porque era un médico con un gran carisma, un poeta y un luchador de la libertad. Su presencia le dio una impronta a Angola, ha impregnado al país con su espíritu, con su vida, con su presencia y coherencia. Neto ha muerto y ha sido reemplazado por quien fuera presidente del MPLA y ahora es presidente de la República, José Eduardo dos Santos.

Espero que esta misión de la CTA consolide esta relación y además espero que podamos ser un aporte en aspectos prácticos. El compañero Fabián Piedras, de la secretaría de Comunicación, dará un seminario. También fueron en la delegación compañeros de los astilleros, para ver en qué medida podemos aportar en una relación económica que sea favorable a los trabajadores de Angola y Argentina. Es una misión importante y concreta, con objetivos específicos y a la vez con esta línea global de fortalecer la organización de los trabajadores del sur.+ (PE/ACTA)

BRASIL: UNA LUCHA CONTRA LA HEGEMONÍA CRECIENTE DEL AGRONEGOCIO

François Houtart

14Del 10 al 14 de febrero se reunieron en Brasilia 15.000 campesinos para celebrar 30 años de lucha. El lema era: Una Reforma agraria popular.

1. El contexto

De hecho, la situación es intolerable: en 2010, 175 millones de ha. improductivas (por especulación) y casi 4 millones de familias campesinas sin tierra; una constitución inaplicada y una ley agraria casi sin efecto; 2013 ha . sido el peor año: 100 unidades repartidas y 5.000 familias reubicadas, cuando cerca de 100,000 esperan en campamentos del MST una asignación de tierras[1].

No se trata solamente de una lucha contra los latifundistas tradicionales, sino también contra las transnacionales del agronegocio (30 millones de ha. compradas en los 20 últimos años) y el capitalfinanciero. Desde los 90, el modelo se transformó en agro-exportador, basado sobre monocultivos. En los últimos 20 años, la producción de alimentos disminuyó de 20 a 35 %, cuando la caña de azúcar aumentaba de 122 % (para el etanol) y el precio de los alimentos subió; el Mato Groso, gran productor de soja transgénica, importa el 90 % de la alimentación de otros estados; 6 millones de personas fueron desplazadas (700,000 en el estado de São Paulo); se utiliza la mayor proporción mundial de tóxicos ( 5 kg por habitante); en 2013 se importaron 16 millones de toneladas de fertilizantes; en el mismo año se exportaron 18 millones de toneladas de maíz a los EEUU (para el etanol). Entre 2003 y 2010, las grandes propiedades pasaron de 95 a 127,000 y su superficie de 182 millones a 265 millones de ha.

No hubo en Brasil una reforma agraria “clásica”, promovida por la burguesía industrial (como en Corea del Sur, p.ej.) por el origen externo del capital. Se pasó directamente del latifundio al agronegocio exportador con superexplotación de los campesinos. Los efectos (externalidades) se traducen en la destrucción ambiental (especialmente la Amazonia), la supresión de empleos y la migración rural. Esta “modernización conservadora” se realiza bajo el liderazgo de un grupo de 450,000 empresas que poseen 300 millones de ha. y controlan la producción de commodities, frente a 4,2 millones de obreros rurales, 4,8 millones de pequeños campesinos (produciendo 70 % de la alimentación) y 3,8 millones sin tierras. Cuando 15,000 campesinos cantan la Internacional en el gimnasio de Brasilia, esto significa que la lucha de clases no es un concepto obsoleto.

Las reformas de Lula permitieron a millones de pobres salir de la miseria. Pueden comer gracias a los subsidios del Estado. El Gobierno PT de Dilma, en coalición con partidos conservadores, sufre las presiones de los “ruralistas” con alto poder político y apoyo de los media. El agronegocio prevalece en la política agraria. En estas circunstancias ¿cómo definir una estrategia? Es el desafío del MST.

2. Las estrategias

La estrategia del MST se adaptó en función del contexto socioeconómico del país y de su coyuntura política. Desde su fundación, en 1984, el movimiento se fijó como objetivo una nueva repartición de las tierras. La estrategia consistió en preparar grupos de campesinos sin tierra para ocupar propiedades vacías de grandes terratenientes. Se les reunía en asentamientos, viviendo bajo tiendas de plástico, organizados por grupos de 12 familias, administrando colectivamente servicios comunes, las escuelas primarias y los centros de salud. La solidaridad nacional e internacional los ayudaba. Esta situación podía durar meses. En el momento adecuado, tomaban posesión de las tierras, para organizar la producción agrícola en cooperativas y construir sus casas.

El origen cristiano de varios de los líderes influyó la orientación del movimiento, como lo recordó en el Congreso una religiosa francesa cercana del MST desde su inicio. La Comisión de la Pastoral de la Tierra de la Conferencia Episcopal acompañó sus luchas. Sin embargo, el MST siempre afirmó su autonomía. Con la introducción del capitalismo agrario, su análisis en términos de clases se profundizó y el aporte del

pensamiento marxista fue importante en la formación de los líderes.

Durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, el modelo neoliberal se profundizó. Cuando el MST recibió el premio Rey Balduino[2] en 2001, el gobierno acusó a Bélgica de financiar un movimiento terrorista. El príncipe Felipe (actual Rey), que tenía que presidir una misión económica en Brasil, fue declarado persona non grata. El MST apoyó la constitución del PT que, en 2002, permitió la elección de Lula. La lucha contra el hambre desembocó en políticas sociales de ayuda (menos de 5 % de la renta nacional), pero no en una transformación de las estructuras sociales del campo. Al contrario, el modelo agro-exportador se acentuó con el aumento del capital externo, el desarrollo de multinacionales brasileñas y la expansión del capital financiero (en 8 años, el pago de los intereses de la deuda interna a los bancos fue de 320,000 millones de USD aproximadamente). Lula realizó el “consenso brasileño” gracias a esta política.

Con Dilma (2010), el modelo agro-exportador se reforzó. Leyes laborales y ambientales más favorables a la “agricultura moderna” fueron votadas y la reforma agraria casi bloqueada. Se siguieron los pagos de la deuda externa. Durante tres años la Presidenta no recibió el MST, que en la víspera del Congreso, envió una carta con 10 propuestas. La presidenta acordó una audiencia, donde dos de las propuestas fueron aceptadas: una aceleración de programas existentes de establecimiento familiar sobre tierras recuperadas (para 36,000 de los 100,000 en espera) y de formación técnica. La decepción fue evidente. En un momento donde varios indicadores económicos manifiestan la fragilidad del modelo brasileño y, por ende, del consenso social, eso podría significar un peligro político para el gobierno.

3. El futuro de las luchas

Para el MST, está claro que no se trata solamente trasformar la situación agraria. Frente a 24 millones de jóvenes sin empleo, a 14 millones de trabajadores analfabetos, a la degradación rápida de la naturaleza, es una lucha contra un modelo que ha llegado a sus límites. No basta cambiar las reglas. Es una lucha de clases, que no puede contentarse con eliminar la pobreza, sino la desigualdad; y que en el campo no se limita a una reforma agraria clásica, sino que incluye el fin de los monopolios de las semillas, la reconstrucción de la biodiversidad, la regulación del agua y la reforestación. Desde el exterior, el capital internacional domina el modelo agroexportador y la explotación minera; en el interior, la burguesía controla el banco central y el aparato judicial. Es por ante esto que se necesita una alianza entre todas las fuerzas para actuar contra la hegemonía del capital.

Al principio, el MST tenía bastante esperanza en la acción política del PT. Sin embargo, la decepción fue cada día más grande, y no solamente porque el partido ha tenido que gobernar en alianzas. El apoyo crítico se transformó en ataques frontales. El movimiento se encontraba en una situación ambigua: por una parte, no existía alternativas políticas inmediatas y por otra parte, la mayoría de sus miembros apoyaban a Lula y a Dilma, en función de los programas de lucha contra la pobreza. El MST decidió aprovechar todos los espacios de acción, fuera o dentro del gobierno, y afirmó su autonomía en el campo político.

Se preparó un programa detallado. En su núcleo, una agricultura ecológica y familiar, con la democratización de la tierra, nuevas matrices tecnológicas, soberanía de las semillas y relaciones con la industria. Luego, una racionalización del uso de los recursos naturales, del agua, de la energía, de las infraestructuras. Después, creación de condiciones dignas de trabajo y de vida y desarrollos educacionales y culturales a diferentes niveles. Finalmente, cambios de la estructura del estado y en particular de los organismos para la agricultura. Semejante programa no es socialista (se prevé, por ejemplo, una compensación financiera para las tierras expropiadas) porque, dice el MST, las condiciones de tal pasaje no existen todavía y se debe preparar con más tiempo.

Desde un punto de vista práctico, eso significa retomar las ocupaciones de tierras, como se hizo desde junio de 2013, a pesar de la preparación de una ley, calificando de terrorismo el cierre de carreteras y de calles.[3] Un segundo elemento es la presión sobre el Gobierno, para obtener medidas concretas y cambios institucionales. De ahí, la carta a la presidenta Dilma y sus 10 puntos concretizando el programa. La alianza con otras fuerzas de resistencia constituye el tercer aspecto de la estrategia, no solamente con los otros movimientos campesinos y con los sindicatos obreros, sino también con las nuevas protestas urbanas. Finalmente, la formación de los miembros y de los líderes es el último pilar de la estrategia del futuro.

- François Houtart es Profesor en el Instituto de Altos Estudios Nacionales de Quito (Ecuador).

Notas:
[1] Las cifras del artículo provienen de: El Programa del MST, septiembre 2013.
[2] Premio bisanual para iniciativas de desarrollo en el Sur.
[3] En previsión a la copa del mundo.

 

VENEZUELA: DEMOCRÁTICA Y BOLIVARIANA

Adolfo Pérez Esquivel

16Venezuela se encuentra amenazada por intentos golpistas de la derecha latinoamericana y el gobierno de los EEUU, no es algo nuevo y sobre esto ya no quedan dudas. Todos los países latinoamericanos a través de la CELAC, la UNASUR, el Mercosur y el ALBA han emitido pronunciamientos conjuntos reconociendo el intento de desestabilización de la democracia venezolana, expresando su solidaridad y la necesidad de diálogo.

La solidaridad con el pueblo venezolano y su gobierno es un gran desafío para toda Nuestra América. Resulta preocupante y dolorosa la intensidad de la violencia desatada, provocando muertes, heridos y daños materiales.

El ex Presidente Hugo Chávez ganó sus últimas elecciones por más de 10%. Como lamentablemente no pudo asumir a tiempo se llevaron a cabo nuevas elecciones con observadores internacionales y no quedaron dudas de la legitimidad del nuevo presidente. Ganó Maduro y una vez más ganó el proyecto bolivariano iniciado por Chávez, porque las mayorías venezolanas entienden que su país ha mejorado y es más igualitario.

En efecto, gracias a este proceso, Venezuela por primera vez en su historia pudo ser dueña de sus propios recursos petroleros y ponerlos al servicio del pueblo, del continente, e incluso de EEUU cuando fue devastado por el huracán Katrina. Durante la última década, el gobierno aumentó el gasto social en más de un 60,6% y hoy es el país de la región con el nivel más bajo de desigualdad, después de haberla reducido en un 54%, y a la pobreza en un 44%. En Educación se ubica en el segundo en América Latina y el quinto en el mundo con las mayores proporciones de estudiantes universitarios. Ha construido más de 13.721 clínicas en barrios en los que antes el Estado no iba y su sistema de salud pública alcanza unos 95.000 médicos. Ha construido más 500.000 viviendas, financiamiento del deporte, entre otros logros.

Sin embargo algunos sectores de la oposición (no toda) con intenciones golpistas, no se resignan a la derrota electoral y tratan de alcanzar, a través de la violencia, lo que no pudieron alcanzar en elecciones libres. El Presidente Nicolás Maduro en 10 meses al frente del gobierno ha enfrentado permanentes acciones de desestabilización que buscan destituirlo.

La violencia y los ataques a Venezuela son un ataque a todos los gobiernos democráticos del continente. No es un hecho aislado, los intentos de golpes de Estado avanzan con nuevas metodologías en América Latina. Han intentado y fallado en Ecuador, Bolivia, Argentina y en la misma Venezuela en el año 2002, pero han triunfado en Paraguay y Honduras donde EEUU expandió sus bases militares.

Los medios de comunicación corporativos y multinacionales como CNN, FOX y los de Europa, manipulan información y difunden propaganda de guerra en nombre de la paz, y odio en nombre de la libertad. Su negocio es demostrar que son fundamentales para poder destituir a cualquier presidente, y así recibir mejores pagos del Departamento de Estado Norteamericano. Pero los latinoamericanos ya sabemos que son un actor político más, que defienden los intereses privados y de las grandes potencias, con juegos de mentiras que provocan la suspensión de las conciencias.

Debemos aprender de la historia, porque en el golpe fallido del año 2002 sucedió lo mismo y por eso es considerado el primer golpe mediático de la historia. Esto quedó comprobado en el documental “La revolución no será transmitida”, el cual recomiendo.

La Paz es una dinámica en las relaciones entre las personas y los pueblos que no se regala, se conquista a través de la Verdad, la Justicia y el respeto a los derechos humanos en la construcción democrática.

Por un lado se deben investigar las muertes de estudiantes en manos de encapuchados para que haya justicia por las víctimas. Por otro lado apoyar el Plan de Paz y Convivencia Nacional que Venezuela ha lanzado, con una masiva marcha popular, que busca la construcción de la paz ciudadana y la lucha contra la criminalidad, fomentando el desarme de la población y de las conciencias armadas.

En su discurso Maduro se expresó con mucha claridad: “Aquel que se llegara a poner una camisa roja con la cara de Chávez y sacara una pistola y agrediera a otro venezolano, ese no es chavista ni revolucionario, irá a la cárcel igualmente”. No se ve a la oposición haciendo lo mismo.

Realmente resulta muy vergonzosa la campaña para llamar dictadura a Venezuela teniendo en cuenta que es el primer país en la historia de los estados nación en instaurar y aplicar el sistema de referéndum revocatorio en la mitad del período presidencial para fortalecer la democracia. De hecho, cuando este se realizó en 2004, volvió a ganar Chávez, tal como lo hizo en otras 13 elecciones desde 1998.

Si un día le toca perder alguna elección a este gobierno, lo aceptará como lo hizo en su segundo intento de reformar la constitución, pero nunca bajarán ni una de sus banderas porque los bolivarianos seguirán trabajando por una Venezuela y una Patria Grande mejor. La Revolución bolivariana, revolución de las urnas y de las calles, siempre venció con la Ley y con la democracia, y así lo seguirá haciendo, eso es lo que la vuelve tan peligrosa para algunos y tan necesaria para otros.

Por eso enviamos nuestra solidaridad y apoyo al pueblo y gobierno venezolano parala defensa de sus instituciones democráticas, de las políticas sociales, económicas y culturales alcanzadas a través de la participación popular.

- Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.

http://alainet.org/active/71543


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Allegato Rimosso
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